Difusión de trabajos de investigación y desarrollo de contenidos que enriquecen la labor profesional y sirven de referencia para quienes se dedican a la Orientación Vocacional o para quienes están realizando su formación en este tema.
Boris Cyrulnik, escritor, neurólogo, psiquiatra y profesor francés, divulgador del concepto de "resiliencia, el cual en la actualidad varias disciplinas tales como la medicina, la psicología, el derecho, la ecología, el arte, la sociología, etc., lo utilizan.
Resiliencia: termino que proviene de la física y es utilizado por los ingenieros en la Industria Metalúrgica, “la propiedad que tienen algunos metales para soportar grandes presiones y recobrar su forma original.” En Psicología Resiliencia: “capacidad de una persona o un grupo para crecer y superarse en presencia de grandes dificultades.”
A partir de los estudios de J. Bowly sabemos de la importancia de la vinculación afectiva para el desarrollo durante la etapa infantil. La madre especialmente y/ o cualquier persona que establezca un vínculo afectivo de sostén emocional seguro puede favorecer un desarrollo psicológico, la maduración y estructura del sistema nervioso.
Las tres claves de un apego seguro son la permanencia, predictibilidad y empatía.
B Cyrulnik define al adulto significativo, con el cual el niño establece este tipo de vínculo como Tutor de Resiliencia: Casi siempre se trata de un adulto que encuentra al niño y asume para él, el significado de un modelo de identidad, el viraje de su existencia.
Y Emi Werner en Kaoui, después de realizar una prueba concluyó que todos los sujetos resilientes, tenían por lo menos una persona o familiar, que los había aceptado de forma Incondicional, reconociendo y valorando sus capacidades y alentándolos para que sostuvieran el esfuerzo. Facilitando así la emergencia de los potenciales y aspectos sanos de las personas. Alentándolos para que asuman riesgos reforzando la iniciativa y autonomía de las personas.
Sus pilares son la Conexión Emocional que habilita la Introspección, el Darse Cuenta, la Autoestima, la Flexibilidad para instrumentar cambios, la relación con los otros significativos, la confianza en los recursos propios, la independencia, la moralidad, el sentido de trascendencia, el sentido del humor, la creatividad, el despliegue del propósito personal, la tolerancia a la frustración, compromiso, capacidad para aprender de los errores y la motivación y finalmente la coherencia entre sus creencias, sus intereses, sus capacidades, sus intereses, etc.
Un Counselor, un Orientador Humanista puede operar como tutor de Resiliencia Secundaria del orientado, facilitando las condiciones para el desarrollo de un proyecto personal y social constructivo, transformando el sufrimiento primario en un Proyecto de Vida que le permita desplegar su potencial que lo hará magníficamente Humano.
La Resiliencia no se activa mágicamente, es el resultado de la Fenomenología del Amor, que surge de la interacción entre padres competentes y adultos significativos.
Nuestro trabajo en Orientación Vocacional desde el Counseling se caracteriza por ser: Vincular, Preventivo y Operativo.
El trabajo consta de diferentes momentos, que se retroalimentan permanentemente.
Siempre les manifestamos a los Orientadores, la importancia de dar lugar a la posibilidad de dudar, no saber, que nos acompaña a los seres humanos en todo proceso de elección, cuando es puesto en palabras es generador de alternativas más asertivas, si podemos conversar acerca de las mismas.
Un aspecto importante a trabajar es el Auto concepto del Orientado, como se percibe a sí mismo, para que se siente capaz. Muchas veces se sienten muy desalentados a indagarse ya que en su trayectoria escolar, filiar, social, etc. han recibido diagnósticos, comentarios que les han confirmado no tener las capacidades, habilidades, valoradas o necesarias. Es cuando tenemos que ver de qué manera instrumentamos nuestras preguntas para poder promover de a poco la introspección, para buscar creativamente nuevas alternativas más centradas en cada Orientado. sobre todo en aquellos que no perciben sus habilidades o talentos.
La irrupción de la Tecnología tanto en el mundo laboral, educacional, social, ha producido transformaciones que estamos experimentado y seguirá sufriendo cambios en todos los sectores de la vida.
Nuestro campo de trabajo, la formación académica de las personas que nos consultan y la demanda laboral actual nos impulsan cada día con más insistencia a estar informados y también a estar abiertos a nuevos desafíos para ejercer profesiones aun inexistentes. Según fuentes consultadas el 65% del mercado laboral estará relacionado con el ámbito digital, el porcentaje restante muy probablemente en profesiones aun inexistentes y también desconocidas.
Nuestra pregunta como orientadores:
Nuestro modelo de trabajo desde el Counseling Humanístico, toma como un punto de Partida importante El Enfoque de Resiliencia, entre otros aspectos y partiendo de la Teoría del Enfoque Centrado en la Persona y el Enfoque Holístico Centrado en la Persona, y la Fenomenología.
Con el convencimiento de que todos los seres humanos contamos con talentos y habilidades y estableciendo un vínculo cálido y empático, siendo tutores de Desarrollo de Resiliencia promovemos el despertar de la motivación necesaria para involucrar al orientado en la construcción del PERFIL VOCACIONAL: “conjunto de habilidades y potenciales que combinados de una manera única y artesanal en cada persona, luego nos acerca a ciertas capacitaciones y formaciones más que a otras.”
Si logramos despertar esta Energía, Motivación, durante los primeros encuentros, nuestra tarea como orientadores será más exitosa. Ya que necesitamos contar con el protagonismo del Orientado para realizar este trabajo.
Elegir una carrera es más que capacitarse en un área para lograr una inserción laboral que nos permita abastecernos económicamente. Es comenzar a delinear un Proyecto de Vida que dará sentido a nuestra existencia fortaleciendo la Resiliencia ya que como dijo A. Maslow “Si planeo ser algo menos de lo que soy capaz probablemente seré infeliz todos los días de mi vida”
Entonces como delinear nuestro trabajo teniendo en cuenta el Despliegue del Potencial, la construcción del Proyecto de vida, el nuevo Paradigma Tecnológico y su Demanda Laboral?
Orientar desde nuestro modelo no se limita a informar, es importante propiciar un clima empático y validante adecuado que invite a la introspección, dando lugar a los obstáculos, temores, valores, capacidades e intereses que surgen en toda posibilidad de elección.
Cada proceso que acompañamos apela a nuestra Creatividad como Orientadores, por ello afirmamos que lo realizamos a la “Medida del Orientado”
El rol que cumple un Orientador desde una mirada Resiliente, acepta, valida incondicionalmente y acompaña sin juzgar. Para ello debemos alentar la confianza en las potencialidades del orientado, al promover la asunción de un Yo cada vez más realista, tanto si es pesimista acerca de sus cualidades así como también cuando las sobredimensiona. Podemos entonces compartir nuestra visión partiendo de una observación Fenomenológica de lo que acontece dentro de las entrevistas durante nuestros encuentros.
Un Orientador, tutor de Resiliencia, posee una mirada holística de su orientado, sabe reconocer sus fortalezas y recursos, así como también sus posibles dificultades. Sabe también que todo individuo puede transformar dichas dificultades en recursos para enfrentar los desafíos con mayor realismo y compromiso, pudiendo convivir con la frustración que por momentos se presenta.
Para concluir este artículo, y después de 20 años de ejercer esta especialidad desde el Counseling creemos que lo que nos impide a los seres humanos tomar decisiones inteligentes, es el desarrollo inarmónico de nuestra personalidad por no haber contado o no haber percibido la presencia sostenida de Tutores promotores de Resiliencia.
Victoria Dussaut. Con la colaboración de Graciela Panarese
Consultoras Vocacionales.
www.counselingvd.com.ar
Bibliografía Consultada:
Cury”Padres Brillantes, Maestros Fascinantes”.
Boris Cyrulnik “La maravilla del dolor”
José M. Madariaga “Nuevas Miradas sobre resiliencia”.
Müller M. (1997) Orientar en un mundo de transformación. Bonum. Bs. As.
Munist, M; Suárez Ojeda E; Krauskopf, D y Silber T. (Comps) (2007) Adolescencia y Resiliencia. Paidós. Buenos Aires.
Vázquez S.G (2012) El compromiso de la universidad en la formación de líderes socialmente responsables. En Perspectivas y Desafíos de la Universidad. El compromiso social y ético y sus dimensiones internacional y regional” (Compiladora: Monterroso G.). USAL.
Vázquez, S. G (2012) La responsabilidad de recibir un futuro impensable. Actas de las III Jornadas académicas sobre gestión y dirección de instituciones educativas. Escuela de Educación. Universidad Austral.
Vázquez, S. G (2017) Formar profesionales competentes, comprometidos y resilientes. Editorial Académica Española.
José M. Madariaga (2014.Barcelona) “Nuevas Miradas Resilientes”.
Jornadas de Infancia y Adolescencia: Nuevas Realidades, Nuevos Retos. Zaragoza Feb. 2007.
Encuesta de Re-vista Vocacional Publicaciones en ExpoUniversidad 2016.
Egresados de universidades argentinas
Ministerio de Educación. Gestión Universitaria: Av. Santa Fe 1548 Ciudad de Buenos Aires.
Tel:(011)4129-1967 / 1969.
Ministerio del Interior: 25 de Mayo 179 P.B. Ciudad de Buenos Aires.
Tel:(011)4339-0800 de 8 a 17 hs.
UBA. Universidad de Buenos Aires: Uriburu 950. Planta baja, Sector Legalizaciones en el horario de 11 a 16 hs.
Tel:(011)4508-3549.
Egresados de universidades extranjeras
Los egresados de universidades extranjeras de aquellos países que hayan firmado la Apostilla de La Haya, quedan exentos de realizar trámites relativos a la legalización de su título en nuestro país. Los países a los que se hace referencia son los siguientes: Alemania, Austria, Bahamas, Botswana, Brunei-Darussalam, Chipre, España, USA, Fidji, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Israel, Italia, Japón, Lesotho, Lieschtenstein, Malawi, Malta, Mauricio, Norue-ga, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Seychelles, Surinam, Swazilandia, Turquía, Yugoslavia.
Los egresados de universidades de otros países distintos de los anteriores deberán iniciar los trámites de legalización de su título en el Consulado Argentino del país de origen. Ya en nuestro país, deberán concurrir para continuar con la legalización del mismo a:
1º Ministerio de Relaciones Exteriores, Arenales 819, Ciudad de Buenos Aires de 8 a 13 hs. Tel:(011)4819-7504.
2º Ministerio de Educación, Santa Fe 1548, Ciudad de Buenos Aires.
3º Ministerio del Interior, 25 de Mayo 179, Ciudad de Buenos Aires.
Los títulos escritos en idiomas distintos del castellano deberán ser traducidos para su presentación.
Aquellos estudiantes extranjeros que ingresen a la República Argentina a fin de cursar estudios formales, de cualquier nivel, en instituciones reconocidas por el Ministerio de Educación, pueden obtener información sobre requisitos para la permanencia en el país en la página del Ministerio del Interior
www.mininterior.gov.ar/migraciones/estudiantes
La escuela actual exige repensar las carreras que preparan a los futuros maestros. Algunas claves: revisar prejuicios, priorizar la práctica, conocer a los chicos de hoy. Cada vez más jóvenes eligen ser docentes: la matrícula en los institutos de formación creció un 29% desde 2008, según datos del ministerio de Educación nacional. En 2012, 384.980 estudiantes cursaban los profesorados de nivel inicial, primario y secundario en los 1317 institutos de formación de todo el país. En 2008, la cifra era de 298.435 alumnos. Allí se preparan para trabajar con los alumnos nacidos y criados en el siglo XXI. ¿Qué saberes necesita hoy un docente para estar al frente de las aulas? ¿Qué conocimientos y habilidades debe tener para enseñar, es decir, para ser agente de transformación entre sus estudiantes?
“Los desafíos que afronta la formación docente responden a que vivimos en sociedades de cambios vertiginosos, de profundas diferencias sociales, de quiebre de las instituciones tradicionales y de transformaciones tecnológicas que influyen en la vida cotidiana y en la formación de las personas”, describe Ruth Lapidus, directora del Instituto Superior de Investigaciones Psicológicas (ISIP).
Los especialistas aseguran que para ser un buen docente no alcanza con saber mucho de la disciplina que se enseña. El más eximio matemático o el más erudito de los literatos no tienen por qué ser buenos profesores de Matemática o de Literatura: la formación pedagógica –sostienen– es irremplazable. Una formación que no inculca recetas predigeridas (“ A este tipo de alumno hay que enseñarle de esta manera ”), sino que apunta a sembrar en los futuros docentes la semilla de la reflexión.
“El docente tiene que tener una ‘caja de herramientas’ que le permita actuar. El trabajo en el aula se caracteriza por la incertidumbre: es importante que sepa planificar, pero también que tenga la flexibilidad necesaria para adecuarse a sus estudiantes”, propone Irene Nielsen, directora del Instituto de Formación Docente N° 52, de San Isidro. Los futuros docentes que empiezan a formarse hoy se encontrarán, dentro de cuatro años, con nuevos problemas y demandas de sus alumnos. Por eso, la mejor formación no es la que da respuestas, sino la que enseña a plantear las preguntas pertinentes.
“La práctica y sus urgencias no pueden ser anticipadas por completo en la formación. En parte, el trabajo docente tiene una cuota de imprevisibilidad y de desafío permanente que no se pueden prever de antemano en la carrera”, sostiene Sandra Ziegler, investigadora del área de Educación de FLACSO. De todos modos, aclara, los profesorados “tienen un papel importante en problematizar los escenarios actuales en que se desarrolla la escolaridad y, ante todo, transmitir el compromiso ético y político que conlleva el acto educativo”. De sus palabras se desprende que una formación sólida es aquella que elimina la vieja excusa de “ A mí no me prepararon para esto ”.
Durante los últimos años la formación docente viene atravesando un proceso de revisión en la Argentina. En 2009, el Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) modificó los diseños curriculares y extendió la duración de las carreras de 3 a 4 años. Otros cambios incluyen la decisión de asignarle un espacio cada vez mayor a las prácticas en las escuelas desde el primer año de cursada, y la creación de programas de acompañamiento a los docentes noveles.
Un docente bien formado será un docente respetado por sus alumnos: “El conocimiento se convierte en autoridad; la autoridad docente supone un componente pedagógico, uno académico y un compromiso ético”, sostiene Amalia Güell, docente en los profesorados de Filosofía y Letras de la UBA y del Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA), además de directora de secundaria del Colegio Newlands, de Adrogué.
El valor de la exigencia reaparece en varios testimonios. Es que la formación de los profesores puede pensarse como uno de los pilares de la calidad educativa. “En general, cuando ingresan al instituto, muchos tienen una representación naif sobre la escuela (al estilo Elegí ser docente porque me gustan los niños ), y creen que la formación es fácil, light –explica Irene–. Pero acá se encuentran con que tienen que estudiar mucho y saber leer y escribir muy bien. Eso a veces es una barrera que les impide seguir”.
Además, los futuros docentes enfrentan el desafío de desarmar algunos prejuicios, especialmente aquellos referidos a los estudiantes que los esperan en las escuelas. “Es necesario trabajar sobre las representaciones que estos futuros profesores tienen de los alumnos. Como formadores de formadores, tenemos que desmontar la idea de que los pibes son apáticos, porque no es así. Los alumnos quieren docentes que les exijan, que se comprometan. La formación debe ayudar a comprender los nuevos intereses y motivaciones de los chicos y adolescentes”, añade Amalia.
Otra preocupación que se reitera tiene que ver con la necesidad de promover entre los estudiantes de los profesorados ciertas habilidades y actitudes que después precisarán en su trabajo cotidiano. Por ejemplo, la capacidad de trabajar en equipo. “Priorizamos el trabajo cooperativo, porque los docentes tienen que poder colaborar con otros colegas y con otras instituciones del barrio.
El rol docente no termina en el aula; desde la formación tenemos que prepararlos para que no estén cerrados en un trabajo individualista”, sugiere Irene.
Amalia enfatiza que los formadores tienen que dar el ejemplo, propiciando ese intercambio en las aulas: “Nosotros tenemos que saber reconocer los saberes previos del otro, porque cada sujeto se va formando como profesor desde que ingresa en el sistema educativo, más allá de la formación específica para ser docente”.
Esta reflexión pone el acento sobre una cuestión que han señalado varios estudios: la biografía escolar de los maestros y profesores es determinante en la construcción de su perfil docente. En otras palabras, un joven elige qué tipo de profesor quiere ser a partir de los modelos con que se ha encontrado en su trayectoria como alumno.
En síntesis, la formación docente es un recorrido que no comienza con el ingreso al profesorado, y no termina cuando el egresado recibe su título. Se trata, más bien, de un proceso continuo, que se inicia en la infancia con las primeras experiencias escolares de los maestros, y que sigue durante el ejercicio de la profesión, en la reflexión cotidiana y el trabajo compartido con otros colegas. Esto no desdibuja la importancia de los profesorados y los institutos de formación: una preparación de calidad, actualizada, exigente y en permanente contacto con la realidad escolar parece ser la mejor apuesta por la profesionalización de la docencia, es decir, por el fortalecimiento del prestigio social de los maestros.
Por Alfredo Dillon
Fuente:: Clarín Educación